Por muchas cortinas de humo que
extiendan los responsables políticos de los gobiernos tanto autonómicos como el
estatal, no se puede esconder al elefante detrás de la farola, éste siempre
acabará viéndose.
Y es que en CCOO ya estamos
hartos de palabrería barata y hechos lamentables, de grandes mentiras y medias
verdades, del “no afectará a los servicios”, cuando todos y todas sabemos que
reduciendo presupuestos en aras a la reducción del déficit, los servicios
públicos se deterioran día tras día, las condiciones de trabajo empeoran, las
herramientas quedan obsoletas y los edificios se resquebrajan…
Esto es lo que le está ocurriendo
a la Justicia
en Asturias, se resquebraja. Un día nos levantamos con olores pestilentes y no
sabiendo a qué son debidos en el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, sito en
el IML (Instituto de Medicina Legal) de Asturias, como al siguiente nos
enteramos que el edificio judicial de Avilés hace aguas, literalmente, “parte
del techo del ala nueva del Palacio de Justicia de Avilés se desprende por las
fuertes lluvias y anega un pasillo de oficinas”.
Pero los responsables saldrán
diciendo que no debemos preocuparnos, que no tiene importancia, que se
subsanará… mientras los trabajadores y trabajadoras de estos órganos tendrán
que llevar mascarillas para soportar los malos olores, realizarán sus tareas con paraguas, botas de agua y
chubasqueros.
Desde CCOO advertimos una vez más
que los recortes tienen un precio, un precio muy alto, que al final se traduce
en unas peores condiciones laborales y en un deficiente servicio a la ciudadanía, y sabemos que sólo otro tipo de
políticas, basadas en inversiones dirigidas a potenciar los servicios públicos, son
las que evitarían estos lamentables sucesos, este deterioro constante...
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